Antonio Granados compartió que la información falsa puede ser de dos tipos: Disinformation y Misinformation. En la Disinformation, se comparte información falsa de manera deliberada, con el objetivo de influir en las opiniones de las personas. Mientras que en la Misinformation, es un fenómeno involuntario; las personas comparten notas solo porque llaman su atención el encabezado, sin revisar si es real.
Esta distinción es crucial, ya que nos ayuda a entender cómo se genera y se difunde la desinformación. Conocer estos tipos nos permite ser más críticos al momento de recibir y compartir información en las redes sociales.
Para ambos ponentes, el hecho de que cada persona busque información en un solo sentido genera que el algoritmo de las redes sociales se incline a mostrarle información que valide sus propias ideas, sin dar la oportunidad de leer otros pensamientos. Esto conduce a la polarización, lo que significa que no tenemos un punto medio para dialogar.
La polarización es un problema de seguridad nacional, ya que nos hace tomar un lado de la historia propiciado por la desinformación y nos enfrentar unos con otros. Esto es algo que debe tomarse en serio y trabajar en contrarrestarlo.
La desinformación genera que la población cree que algo que no pasó es real o que se intente influir en el presente a través de fotografías del pasado. Varias investigaciones apuntan que el bombardeo de información negativa se compara con el estrés postraumático.
Esto es una situación preocupante, ya que puede tener consecuencias significativas en nuestra percepción del mundo y en nuestras decisiones. Es importante estar alerta y saber cómo identificar y combatir la desinformación.
Granados mencionó que una de las formas de hacer contrapeso a la desinformación es el pensamiento crítico. Esto significa conocer la fuente de la nota leyendo toda la información, no solo los encabezados.
Revisar si el texto tiene creencias ideológicas nos ayuda a saber desde dónde se está pensando. Leer autores con los que no estemos de acuerdo y reflexionar sobre lo que leemos y investigar sobre ello son acciones esenciales. Al hacerlo, podemos compartir esta información con nuestra familia y amigos.
Granados consideró a la desinformación como una amenaza mundial y destacó la importancia de que cada persona se haga responsable de lo que consume en las redes sociales. No es responsabilidad de la escuela, el gobierno o la ONU, sino de nosotros mismos.
Debemos ser sujetos activos en la búsqueda de información, revisar fuentes y corrientes ideológicas opuestas. Ser críticos es esencial para evitar ser influenciados por la desinformación y proteger nuestra percepción y nuestra seguridad.
Merlyn Schultz habló del desafío cotidiano que es la información falsa y la importancia de que cada persona sepa identificarla o preguntar si algo es cierto. Conocer la información es defender la democracia y obtener ciudadanos informados para la seguridad nacional de los países.
No solo debemos creer en influencers o presentadores, sino que debemos darnos a la tarea de verificar fuentes. Aunque todos tengamos prejuicios, es importante detenerlos un momento y dar la oportunidad a otros pensamientos para contrastar la información.