La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha tomado la iniciativa al considerar que existe una participación significativa del fiscal general. Esto se ha dado tras la denuncia de Alberto González Amador sobre un pacto por fraude fiscal con la Fiscalía. Esta situación ha despertado la atención y ha llevado a una serie de investigaciones y decisiones.
Se trata de una de las principales cuestiones que han emergido en el marco de la lucha contra la delincuencia y la preservación de la justicia. La UCO está comprometida en analizar la información incautada y determinar el papel que ha jugado el fiscal general en todo este proceso.
El fiscal general, Álvaro García Ortiz, se siente respaldado por la cúpula fiscal. Esto le ha dado la confianza para pedir a la UCO que investigue más a fondo la situación. Su continuidad en el cargo parece estar en juego, y él está dispuesto a luchar por defender sus acciones.
El Tribunal Supremo, a través del magistrado Ángel Hurtado, ha tomado una posición importante en este asunto. Ha ordenado a la UCO que analice la información incautada a García Ortiz y ha dictado un auto que alza el secreto del informe pericial. Esto ha abierto un camino para una investigación más profunda en el caso.
La Fiscalía ha recurrido al registro del despacho del fiscal general, ordenado por el Supremo. Esto ha dado lugar a una serie de medidas, como la realización de una copia de la información incautada y el traslado de elementos importantes, como correos o comunicaciones.
Los cuatro correos anteriores al 8 de marzo y los cuatro posteriores pueden tener una relación significativa con el esclarecimiento de los hechos. La Fiscalía está comprometida en encontrar las respuestas y en garantizar que la justicia sea servida.