El gobierno de Estados Unidos ha elevado la recompensa ofrecida por información conducente a la captura del líder venezolano. Ahora, la suma se ha incrementado a 25 millones de dólares, un aumento significativo respecto a la cifra anterior. Además, nuevas medidas punitivas han sido impuestas sobre individuos clave vinculados al actual régimen. Entre ellos se encuentran altos funcionarios y directivos de empresas estatales, quienes enfrentan restricciones económicas y financieras. Estas acciones reflejan una estrategia concertada para aumentar la presión internacional sobre las figuras principales del gobierno venezolano.
Por su parte, la Unión Europea también ha expresado su apoyo al pueblo venezolano y ha condenado la represión postelectoral. Tras los comicios celebrados en julio del año pasado, donde un candidato opositor obtuvo un amplio respaldo popular, la comunidad europea ha respondido con un paquete de sanciones dirigidas a 15 personas consideradas responsables de violaciones a los derechos humanos. La UE enfatiza que estas medidas son reversibles si se observan avances concretos en la protección de los derechos fundamentales y en el establecimiento de un diálogo abierto hacia una transición democrática.
Estas acciones internacionales demuestran un compromiso firme con la defensa de la democracia y los derechos humanos. Al mismo tiempo, subrayan la importancia de un cambio pacífico y legal en Venezuela, promoviendo valores como la justicia, la libertad y la dignidad humana. Este esfuerzo conjunto busca no solo sancionar a aquellos que perpetúan la crisis, sino también apoyar a quienes trabajan por un futuro más próspero y justo para todos los venezolanos.