En los primeros meses del 2025, una severa sequía afecta a gran parte del territorio mexicano, especialmente en el norte y noroeste del país. Según datos oficiales, más de la mitad de los municipios enfrentan diversas categorías de escasez hídrica. Chihuahua es el estado más impactado, con 16 municipios bajo condiciones excepcionales de sequía y 37 bajo situaciones extremas. La llegada del fenómeno climático La Niña podría empeorar aún más esta crisis. Las autoridades advierten que la situación amenaza la agricultura y el suministro de agua para consumo humano.
En medio de un otoño dorado y seco, el panorama en el norte de México es preocupante. A principios de 2025, el Monitor de Sequía de la CONAGUA reveló que el 65.63% de los municipios del país experimentan algún grado de escasez hídrica. En particular, estados como Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Sinaloa y Sonora sufren de sequía severa, extrema y excepcional.
Chihuahua emerge como el epicentro de esta crisis, donde 16 de sus municipios padecen la categoría más grave de sequía, mientras que otros 37 están en condiciones extremas. Esta situación no solo afecta a las comunidades locales sino también a la producción agrícola y ganadera, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria regional.
Las precipitaciones registradas durante el año anterior ofrecieron un alivio temporal, pero su efecto ha disminuido rápidamente. Además, la temporada de lluvias prevista para enero y febrero se espera que sea inferior al promedio histórico, lo que agudiza aún más la problemática. El estiaje, período caracterizado por niveles bajos de agua en ríos y embalses, comienza en noviembre y termina en mayo, profundizando la crisis hídrica.
El impacto económico y social es evidente. La falta de agua compromete la producción de cultivos vitales como maíz, frijol, trigo y hortalizas, aumentando los costos de riego y reduciendo la rentabilidad de los agricultores. Además, las condiciones secas favorecen el desarrollo de incendios forestales y deterioran los ecosistemas naturales.
Desde una perspectiva de reportaje, esta crisis resalta la urgencia de implementar estrategias sostenibles de gestión del agua y adaptación al cambio climático. Es crucial que las autoridades y la sociedad civil colaboren para encontrar soluciones que mitiguen los efectos de la sequía y aseguren un futuro más resiliente para estas regiones.