En un movimiento diplomático significativo, México ha anunciado su intención de continuar solicitando información completa al gobierno estadounidense acerca de la detención y traslado del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada. Por otro lado, la administración mexicana investiga el origen de las pastillas de fentanilo incautadas, negando que se produzcan en territorio nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enfatizó que estos temas son cruciales para entender los flujos transfronterizos de drogas.
La presidenta Sheinbaum reafirmó la determinación de su gobierno en obtener todos los detalles sobre la captura y transferencia de “El Mayo”. A pesar de que los abogados del capo podrían negociar un acuerdo para evitar un juicio, México no cesará en su búsqueda de claridad. Este enfoque busca llenar los vacíos informativos dejados por el gobierno anterior de Estados Unidos.
La insistencia en conocer todos los aspectos de la detención es vital para garantizar la transparencia entre ambas naciones. El gobierno de México considera que la falta de comunicación durante este proceso ha sido notable, especialmente dado el impacto internacional del caso. Además, esta solicitud refleja el compromiso de México con la cooperación bilateral en asuntos de seguridad y justicia. Sheinbaum subrayó que comprender completamente lo ocurrido es esencial para mantener relaciones sólidas y transparentes entre ambos países.
Paralelamente a las solicitudes de información sobre “El Mayo”, la administración de Sheinbaum está profundizando en la investigación sobre el origen de las pastillas de fentanilo incautadas en México. La mandataria ha reiterado en múltiples ocasiones que estas sustancias no se producen en su país, sino que provienen principalmente del extranjero. Esta postura es crucial para desmentir acusaciones infundadas y proteger la reputación de México.
Sheinbaum explicó que aunque existen diversas formas de fabricar metanfetaminas y fentanilo, la gran mayoría de los precursores químicos utilizados provienen de fuera del país. La administración federal ha establecido una investigación continua para rastrear estos productos y determinar sus orígenes exactos. Hasta ahora, no hay evidencia concluyente que sugiera que México sea un centro de producción de estos opioides. Además, la presidenta destacó que el problema de adicción al fentanilo tiene sus raíces en Estados Unidos, donde se originaron medicamentos para el dolor que posteriormente se convirtieron en una crisis de salud pública. Este contexto es fundamental para entender el papel de cada país en el combate contra el tráfico ilícito de drogas.