Yamaha, en un principio, parecía ser el destino natural para él. Su relación con la marca era estrecha, y muchos esperaban que se uniera a la elite de la motocicleta en MotoGP. Sin embargo, las cosas no siempre salieron como se esperaban. El turco tuvo que enfrentarse a desafíos y torceduras, pero siempre mantuvo la esperanza de llegar a la cima.
El año 2021 fue un año crucial para él. Al ganar el título de la categoría de las motos de serie, demostró que tenía lo suficiente para competir en la máxima categoría. Pero el salto a MotoGP no era tan sencillo como se pensaba.
BMW lo recibió con los brazos abiertos, y juntos lograron ganar el título al primer intento. Esto mostró el enorme potencial de BMW en la Superbikes y también confirmó la confianza que el turco tenía en sí mismo.
En la Gala de la FIM, como bicampeón del Mundial de Superbike, Razgatlioglu recogió su medalla de oro. Esta medalla no solo era un logro personal para él, sino también un testimonio de su habilidad y determinación.
Durante la gala, preguntado por Jorge Viegas, presidente de la Federación Internacional de Motociclismo, volvió a reafirmar su deseo de formar parte de MotoGP. "¿Si me veréis en el Mundial? Eso espero. Espero cumplir el sueño de subir a MotoGP. Ya veremos en el futuro. Tengo un contrato de un año más con BMW, pero no sé si podremos ir al Mundial con la marca. Veremos. En 2026 estoy libre, ya veremos. Pero tengo un año más con BMW y me centro en la próxima temporada. Necesito conseguir otro título".
Este deseo se ve reflejado en cada movimiento que realiza. Siempre está buscando la oportunidad de subir a la máxima categoría y demostrar lo que puede hacer.