Francesc Vallés, en calidad de máximo responsable de la comunicación del Estado, enviaba personalmente noticias a Juan Lobato con la intención de oponerse a Isabel Díaz Ayuso. Esto se llevaba a cabo a través de la filtración de la vida privada de su novio, Alberto González Amador. Además, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, también participaba en estos esfuerzos, llamando a Juan Lobato para pedir su dimisión.
La cacería se organizaba desde Moncloa y Ferraz, mostrando cómo los máximos responsables del Estado trabajaban juntos para tratar de derrocar a la presidenta madrileña. Esto se refleja en las comunicaciones whatsapp analizadas por la UCO, que dan detalles sobre las acciones tomadas.
El dircom de Sánchez envió tres enlaces a Juan Lobato, dándole datos sobre el novio de Ayuso. El primero era sobre una noticia sobre la fuente de ingresos de González Amador, el segundo sobre sus pisos en propiedad y el tercero sobre la investigación fiscal abierta en los tribunales. Francesc Vallés indicaba que la versión correcta sobre la causa judicial de González Amador era la última noticia que enviaba.
Estos enlaces fueron una parte importante de la cacería contra Ayuso, ya que proporcionaban información detallada sobre su entorno y su novio. Esto mostró cómo la comunicación del Estado se utilizaba para atacar a una figura política.
La directora de Gabinete de Pedro Sánchez, Pilar Sánchez Acera, le envió publicaciones antiguas sobre la vida privada de el novio de Ayuso en mensajes reenviados. En concreto, se le hacía llegar informaciones sobre su coche personal en el que había llevado a la presidente madrileña a una cena en el Club Puerta de Hierro.
Estas publicaciones reenviadas mostraron cómo la información sobre la vida privada de Ayuso se estaba difundiendo a través de diferentes canales y cómo los máximos responsables del Estado estaban involucrados en esto.
Se indicaba al líder de los socialistas madrileños el argumentario que debía seguir, como el ejemplo del Maserati del novio de Ayuso recordando al Jaguar de Ana Mato. Esto mostraba cómo se intentaba atacar a Ayuso desde diferentes ángulos.
La UCO concluye que en la sucesión de mensajes subyace un posicionamiento referencial del secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, en la vertiente mediática relativa a la información que se maneja en relación con la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Pilar Sánchez Acera le decía a Juan Lobato que Frances Vallés le había dicho que «esté en guardia permanente porque va a ir esto a más», lo que indica que la cacería no iba a detenerse.
La UCO revela que el dircom de Sánchez daba órdenes de contestar en redes sociales al jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez. El mandato fue efectuado por el coordinador del Grupo socialista en la Asamblea de Madrid, David del Campo, que contestaba a un tuit de Miguel Ángel Rodríguez. Esto muestra cómo la comunicación política se utilizaba para enfrentarse a las acciones de la otra parte.
Estas órdenes de contestar en redes sociales fueron una parte importante de la cacería contra Ayuso, ya que permitían mostrar la posición del PSOE en relación con ella. Esto mostró cómo la comunicación se utilizaba como una herramienta política.