La información sobre los 20.000 cadáveres sin identificar en el aeropuerto de Bogotá ha despertado muchas dudas y críticas. Juan Pablo Albán Alencastro, al explicar la situación, destacó la importancia de la información recibida de diversas fuentes oficiales. Estas fuentes le dieron cuenta de que hay restos en lugares no previstos, lo que ha generado una gran controversia. Además, el comité sigue una metodología estricta para garantizar la veracidad de la información. Sin embargo, la presencia de cadáveres en el aeropuerto de Bogotá ha sido un tema de debate. Aunque el comité no visitó el aeropuerto, recibió información sobre la existencia de cadáveres en diferentes partes del país. Esto ha llevado a muchas preguntas sobre la situación en Colombia.
La propia Comisión de la Verdad en Colombia también ha dado cuenta de la existencia de más de 25.000 cuerpos sin identificar. Esto pone de manifiesto el problema de la falta de infraestructura y la dificultad de identificar a las personas desaparecidas. Además, el hecho de que la Procuraduría General enviara un equipo a inspeccionar las instalaciones del aeropuerto no ha solucionado el problema. Aunque no se encontraron restos humanos, la controversia sigue presente.
El Estado colombiano ha mostrado una actitud constructiva y autocrítica frente a la polémica. Aunque se han rechazado algunos informes, el Estado ha reconocido que hay problemas serios, como la falta de claridad en las cifras o la impunidad existente. Esto es un paso en la dirección correcta, ya que ahora se puede trabajar juntos para encontrar soluciones a estos problemas.
Alban aseguró que las críticas de los Estados a las informaciones de órganos internacionales son comunes en el mundo. Sin embargo, ahora es necesario desescalar la situación y trabajar de la mano con las demás entidades de la ONU y de cooperación internacional. Esto es esencial para encontrar soluciones a los problemas de la desaparición forzada en Colombia.
Aparte de la controversia sobre los cadáveres, existen otros hallazgos importantes. Uno de ellos es la falta de un registro centralizado y fiable de personas desaparecidas. Esto hace difícil tener una visión clara de la situación en Colombia y dificulta el trabajo de búsqueda de las personas desaparecidas. Según la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, en Colombia hay más de 111.000 desaparecidos antes de 2016. Esta cifra es alarmante y pone de manifiesto la urgencia de encontrar soluciones a este problema.
Otros hallazgos también han llamado la atención, como la necesidad de mejorar la infraestructura y la cooperación internacional. Estas son áreas en las que se necesita trabajar juntos para encontrar soluciones y proteger a las personas en Colombia.