Al ser consultado sobre si se encontraba en un estado similar al de Aragón 2024, Márquez respondió con cautela. "No tanto", explicó, añadiendo que la diferencia entre el primero y el segundo lugar en Aragón fue de casi seis décimas, mientras que en esta ocasión, lo crucial para él fue iniciar con la misma sensación que durante los test previos. Desde su primera salida, logró mantener esa comodidad, incluso cuando el calor de la tarde alteró ligeramente el equilibrio de la moto. Afortunadamente, el equipo pudo ajustar rápidamente para el 'time attack'. Márquez se sintió satisfecho, especialmente al ver que estaba en segundo lugar, aunque ese hecho le causó menos preocupación debido a que su hermano ocupaba el primer lugar.
En un ambiente de competencia amistosa, se le preguntó si dolía menos perder el primer puesto frente a su hermano Álex. Márquez respondió con humor: "Cien por ciento, duele mucho menos. Diría que duele un 90% menos". Explicó que, siendo viernes, lo importante es analizar los datos y ritmos. Según sus observaciones preliminares, tanto él como Pecco Bagnaia parecían tener el mejor ritmo, seguidos de cerca por su hermano Álex y Bezzecchi. Márquez enfatizó que el objetivo principal para el sábado sería clasificar bien, asegurando una buena posición para la carrera.
Márquez también abordó el desempeño sorprendente de Bagnaia, quien terminó en el puesto 13. Reconoció que esto era inesperado pero indicó que Bagnaia había mostrado buen ritmo durante la práctica vespertina, rodando consistentemente en tiempos bajos de 1:30 con neumáticos usados, lo cual ya es una velocidad considerable. Márquez planea analizar la telemetría de Bagnaia para identificar áreas de mejora. No obstante, espera ver a Bagnaia en la primera fila al día siguiente, considerando que las banderas amarillas y otros factores externos podrían haber influido en su resultado.
Las banderas amarillas han sido un obstáculo recurrente para pilotos punteros, incluyendo a Morbidelli, y Márquez reconoció que este fenómeno ha afectado a varios corredores en el pasado. No es la primera vez ni será la última, subrayó, resaltando la importancia de adaptarse a estas situaciones imprevistas.
Cuando se le pidió calificar su primer día con la chaqueta roja Ducati, Márquez otorgó un sólido 9,3. "Para el 10 faltó ser primero", bromeó, revelando su buen humor y satisfacción. Este comentario reflejó su estado de ánimo general: contento y relajado. Como octacampeón, Márquez demostró estar en plena forma y listo para enfrentar los desafíos que le depara la temporada 2025.
El Gran Premio de Tailandia promete ser una prueba crucial para Márquez y su equipo Ducati. Con un enfoque claro en mejorar su clasificación y prepararse para una carrera competitiva, Márquez parece estar en camino hacia otro gran desempeño. Su experiencia y habilidad, combinadas con el espíritu de competencia familiar, hacen de este evento una oportunidad emocionante para los aficionados del motociclismo.