El nuevo gobierno estadounidense ha implementado cambios significativos en sus políticas migratorias, lo que ha generado reacciones diversas tanto dentro como fuera del país. Una de las primeras acciones fue la eliminación de la página web dedicada al programa de Parole Humanitario para ciudadanos de países específicos, incluyendo Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua. Esta medida se produce en el marco de una serie de decisiones ejecutivas destinadas a endurecer las leyes de inmigración.
La información previa sobre este programa sigue siendo accesible en el sitio web oficial, aunque ya no se ofrece como un recurso activo. Estos ajustes forman parte de una estrategia más amplia para fortalecer el control fronterizo y combatir actividades ilegales. Además, se han restablecido medidas controvertidas como los Protocolos de Protección a Migrantes, conocidos comúnmente como "Quédate en México", y se ha declarado una emergencia nacional en la frontera sur. Estas acciones buscan reforzar la seguridad nacional y abordar problemas relacionados con el narcotráfico y la migración irregular.
Las nuevas políticas han creado incertidumbre entre las comunidades migrantes, especialmente en países donde el Parole Humanitario era una de las pocas vías legales para ingresar a Estados Unidos. A pesar de que algunos apoyan estas medidas por considerarlas necesarias para proteger la seguridad del país, otros critican su impacto negativo en familias y comunidades vulnerables. Es fundamental que las autoridades mantengan un equilibrio entre la protección de la seguridad nacional y el respeto a los derechos humanos, garantizando que todas las personas tengan acceso a procesos justos y transparentes.