Según los informes, la industria alimentaria afronta una campaña navideña marcada por la volatilidad en los precios de las materias primas. Varias materias primas están experimentando un período de precios muy por encima de los niveles de 2023, lo que afecta a la producción y el costo de los productos.
Entre las materias primas que han subido en precio, destacamos el cacao en grano (+93%), la mantequilla (+51%), las almendras (+34%), las pasas y el aceite de girasol (+34%) y los huevos (+15%). Sin embargo, se observó una mayor estabilidad en el mercado del trigo blando (-5%), mientras que para el azúcar y las lentejas los precios fueron un 37% y un 14% inferiores a los de hace 12 meses.
La contracción de la producción de la mantequilla también impulsó al alza el precio. En la UE, la segunda mayor productora y exportadora de mantequilla, la producción se ve afectada por la desaceleración estructural y económica de la producción de leche. Entre 2020 y 2024, la producción de leche crece solo un 0,16%, en comparación con una tasa de crecimiento promedio de alrededor del +1,3% en la década anterior.
En el mercado del huevo, el principal desafío es la propagación de la gripe aviar en la UE, que ha ralentizado gravemente la producción en los últimos dos años. En el mundo de los frutos secos, el mercado de las pasas aún no se ha recuperado del colapso de la producción en Turquía, mientras que el mercado de la almendra sufre problemas de calidad y demanda mundial que crece más rápido que la oferta.
El mercado del trigo blando y, por tanto, de la harina, está parcialmente protegido de la inflación. En un contexto de descenso de la producción europea y rusa, la oferta mundial se verá en déficit en la campaña 2024/25. Sin embargo, en la segunda mitad de 2024, la oferta procedente de la zona del Mar Negro mantendrá bien abastecido el mercado internacional.
El azúcar se ve afectado por el reciente deterioro de la producción brasileña, mientras que las existencias de lentejas chocan con la demanda mundial impulsada por la India.
En conclusión, los mercados requieren una reconstrucción de las existencias. El reequilibrio del mercado está ligado a la reactivación de la oferta, pero elementos de destrucción de la demanda también pueden contribuir. Hasta que los fundamentos del mercado estén seguros, los mercados seguirán expuestos a la volatilidad.