En los últimos días, la familia de Anabel Pantoja ha estado bajo escrutinio público debido a la investigación relacionada con el ingreso hospitalario de su hija, Alma. La niña permaneció en cuidados intensivos durante dos semanas en enero, lo que generó preocupación y controversia. A pesar de los esfuerzos por mantener la privacidad del caso, detalles médicos comenzaron a circular en plataformas no confiables, desencadenando una ola de especulaciones. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias emitió un comunicado para aclarar la situación, pero esto solo aumentó las dudas sobre las causas de las lesiones observadas en la bebé. Los padres han declarado ante las autoridades y continúan cuidando de su hija mientras se desarrolla la investigación.

El caso de Alma ha despertado gran atención mediática desde que fue admitida en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria entre el 11 y el 27 de enero. Durante este período, la pequeña estuvo bajo cuidados intensivos, lo que generó preocupación entre sus padres y la comunidad. Sin embargo, la privacidad del diagnóstico inicial fue respetada hasta que ciertos detalles médicos aparecieron en canales poco éticos de YouTube. Este incidente provocó un debate sobre la responsabilidad periodística y el respeto a la dignidad de los menores involucrados en casos sensibles.

El jueves pasado, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) intervino para mitigar los rumores infundados que comenzaban a propagarse. En un comunicado oficial, el tribunal explicó que el hospital había remitido un informe de lesiones que fue posteriormente verificado por expertos forenses. Esto marcó el comienzo de una investigación formal para determinar las causas de las lesiones detectadas en la bebé. Como parte de esta indagación, los padres fueron citados a declarar, proporcionando información sobre los eventos que llevaron al ingreso de su hija.

La palabra "maltrato" se ha utilizado ampliamente en los medios, pero tras prestar declaración, Anabel y David siguen viviendo con su hija sin restricciones legales. Esto sugiere que, hasta el momento, no se considera que la seguridad de la niña esté en peligro. La investigación ahora está bajo la jurisdicción del partido judicial de San Bartolomé de Tirajana, que continuará evaluando el caso. Ante la presión mediática, Anabel compartió un vídeo en sus redes sociales asegurando que solo han buscado amar y proteger a Alma. Sin embargo, algunas decisiones, como la divulgación pública, han generado más suspicacias y debates sobre la mejor manera de manejar la situación.

A medida que la investigación avanza, la familia de Alma enfrenta un momento crítico que requiere tranquilidad y apoyo. Es crucial que los medios de comunicación respeten la presunción de inocencia y eviten generar narrativas que puedan ser dañinas para la integridad emocional de una familia ya vulnerable. La prioridad debe ser garantizar el bienestar de la pequeña Alma y permitir a sus padres concentrarse en su recuperación sin el peso adicional de titulares sensacionalistas.