Según los testimonios, Jesús Armas fue sacado de forma abrupta de un café en una zona de Caracas y luego ingresado por la fuerza en una camioneta. Desde las 21:00 hora local (01:00 GMT) del martes, su familia no ha tenido noticias sobre su paradero. Esta situación ha generado gran preocupación y deseo por saber lo que le ha pasado a su ser querido.
Sairam Rivas, la pareja de Jesús Armas, acompañada por los padres del activista, ha manifestado públicamente su angustia y deseo de ver a su esposo libre. Consideran que su paradero debe ser revelado de manera inmediata y que no deben ser utilizados pretextos falsos para perseguir a defensores de derechos humanos, luchadores sociales y activistas políticos.
Rivas teme que su pareja sea vinculado con una "nueva trama del régimen" que "inventa supuestos atentados y supuestas conspiraciones". Esta acusación pone de manifiesto la sensibilidad y la preocupación que sienten la familia frente a la situación en la que se encuentra Jesús Armas. Ellos creen que se está tratando de silenciar a un activista valiente que lucha por los derechos de la gente.
La demanda de la familia no es solo por la liberación de Jesús Armas, sino también por la justicia y la transparencia. Quieren que se den respuestas sobre las razones de la detención y que no se utilicen medidas injustas contra personas que luchan por un cambio positivo en la sociedad.
Esta historia es un ejemplo de la tensión y la lucha que se vive en Venezuela. Los activistas y defensores de derechos humanos a menudo se ven enfrentados a desafíos y presiones de parte del régimen. Sin embargo, la determinación de la familia de Jesús Armas demuestra que no se rinden y que seguirán luchando por la libertad y la justicia.
Es importante que se preste atención a las demandas de la familia y que se busque una solución justa y oportuna. Jesús Armas representa un símbolo de la lucha por los derechos y la esperanza de muchos venezolanos. Su caso debe ser tratado con seriedad y respeto.