El estudio titulado “Behind the Screens” reveló que el 62% de los influencers no verifican sistemáticamente la información antes de compartirla con sus seguidores. Esto es una preocupante tendencia, ya que estos creadores pueden tener una gran influencia en la opinión pública. Además, se descubrió que muchos influencers basan la credibilidad de la información en indicadores poco fiables, como el número de “me gusta” o reproducciones.
Otro hallazgo importante es que solo un 17% de los encuestados considera que la documentación utilizada para respaldar la información es un factor crucial. Esto sugiere que muchos influencers comparten información sin una validación independiente de los datos.
El estudio también analizó las motivaciones detrás del contenido que los influencers deciden compartir. El 26% de los encuestados lo hacen con el deseo de transmitir su conocimiento, mientras que el 23,8% busca generar ingresos económicos y el 23,4% lo hace con fines de entretenimiento. Solo un 13,8% comparte contenido con el objetivo de expresar sus opiniones y emociones.
Esta dicotomía entre la responsabilidad social y las presiones comerciales es un desafío importante que enfrentan los creadores de contenido. Algunos están motivados por un deseo genuino de educar o informar, mientras que otros lo hacen por motivos económicos.
Los influencers también enfrentan desafíos éticos. El 32% de los encuestados informó haber sido víctima de discurso de odio, y solo un 20,4% denunció estos incidentes a las plataformas sociales. Además, muchos utilizan tácticas llamativas o controversiales para ganar visibilidad, lo que a menudo contribuye a la desinformación.
Otro problema es la falta de conocimiento de las normas y marcos regulatorios internacionales. El 59% de los influencers no están familiarizados con las leyes que protegen la información en el ámbito digital.
En respuesta a estos desafíos, la UNESCO ha lanzado varias iniciativas educativas. Uno de los principales es el curso mundial diseñado específicamente para los influencers, que les brinda las herramientas necesarias para identificar, verificar y compartir información confiable.
Hoy en día, 9.000 personas de 160 países han comenzado a participar en esta formación. Durante cuatro semanas, los influencers aprenderán a buscar información utilizando diversas fuentes fiables, a evaluar y verificar la calidad de la información y a ser transparentes sobre las fuentes de su contenido.
El informe concluye con varias recomendaciones clave. La alfabetización mediática y la formación son esenciales para ayudar a los influencers a manejar la información de manera responsable. Además, se recomienda crear un entorno de colaboración más estrecho entre los influencers, los periodistas y las plataformas digitales.
La UNESCO subraya la importancia de que los creadores se familiaricen con las normativas internacionales para proteger tanto sus derechos como la veracidad de la información que comparten.