Entre los motivos por los que hay un gran faltante de datos destacan la falta de personal calificado y su rotación constante. Además, los problemas de conectividad y la dificultad de que los sistemas provinciales y nacionales se comuniquen entre sí también juegan un papel importante. Estos factores han limitado la capacidad de recopilar información precisa y completa.
La falta de una comunicación efectiva entre los diferentes niveles de educación ha resultado en una situación en la que no se tiene una visión completa de la situación educativa en el país. Esto es crucial para tomar decisiones informadas y mejorar la calidad de la educación.
Los sistemas de información nominales en el ámbito educativo son una herramienta fundamental para tomar decisiones basadas en evidencia. Desde 2012 se aplica el Sistema Integral de Información Digital Educativa (Sinide) en el país para la carga nominalizada de información. A partir de 2021, se ha compilado esta información en una base de datos única y homologada a nivel nacional (BNH), que en 2023 alcanzó una cobertura del 84% de la matrícula total del país.
En 2022 se sumó el Sistema de Gestión Escolar (Sinide SGE), una aplicación web que facilita la gestión académica y administrativa de los establecimientos educativos. Esto debería impulsarse para facilitar un mayor acceso de docentes y mejorar la eficiencia de la gestión educativa.
Se ha comprobado que cuando se fortalecen las estrategias de devolución a docentes y comunidades educativas, aumenta el compromiso de estos en la carga y en el uso efectivo de los datos para la toma de decisiones. Esto permite una mayor participación de los actores educativos en la mejora de la educación.
Al mejorar la comunicación y la colaboración entre docentes, directivos y la comunidad educativa, se puede lograr un mejor uso de los recursos y una mayor efectividad en la educación. Esto es esencial en tiempos de big data e inteligencia artificial, donde la información es clave para tomar las mejores decisiones.
En tiempos actuales, contar con información fidedigna es esencial para abrir la puerta al uso de los datos en la gestión educativa. Captar el desempeño individual del alumno y el funcionamiento del aula permite analizar los cambios que demanda el sistema y retroalimentar a docentes y directivos con la información necesaria para perfeccionar las estrategias del aprendizaje.
La utilización adecuada de la información puede llevar a una mejora significativa en la calidad de la educación. Es necesario promover un cambio cultural que valore adecuadamente la utilidad de la información como motor de cualquier mejora educativa.