El 14 de noviembre, cuatro auditores de la OCPR acudieron a la alcaldía de Cataño. Entraron al área de recursos humanos y dieron un plazo al municipio para entregar documentos. En esa ocasión, el alcalde Julio Alicea Vasallo negó que los requerimientos de información tuvieran que ver con una denuncia de presuntos empleados fantasma. Además, se estaba haciendo el análisis forense del material incautado durante la primera visita, como la computadora y el equipo.
Julio Alicea Vasallo también negó que ordenara a empleados municipales a hacer campaña en el período electoral anterior. Sin embargo, antes de las elecciones, la contralora decidió no hacer nada para no influir en las elecciones. Esperaron hasta mediados de noviembre para comenzar a investigar. Según lo que han oído los investigadores hasta ahora, hay muchas cosas que parecen estar en orden, pero también hay otras que necesitan más información.
Ahora, la OCPR ha vuelto a visitar la alcaldía de Cataño. Están buscando información adicional para completar el trámite relacionado con una querella recibida durante el período electoral. Según el alcalde Julio Alicea Vasallo, en declaraciones escritas, los auditores han solicitado información para validar procesos relacionados con las licencias de conducir de empleados, números de seguro social y cómo se presta ayuda al ciudadano. Sin embargo, los auditores no se llevaron computadoras ni intervino en la oficina del alcalde.
El alcalde reiteró su compromiso con una gestión pública transparente, abierta y alineada con los más altos estándares éticos. En la primera visita, también negó que se utilizaran empleados y vehículos oficiales del ayuntamiento para asuntos electorales. El candidato del Partido Popular Democrático que perdió la contienda por la alcaldía radicó una querella en la CEE y en el Departamento de Justicia indicando que se estaban utilizando vehículos oficiales y personal del municipio en asuntos electorales, lo que el alcalde negó rotundamente.