En la encuesta, se ha visto que la mayoría de ellos no están familiarizados con los marcos reguladores y las normas internacionales relacionadas con las comunicaciones digitales. Solo un poco más de la mitad conoce los programas de formación dirigidos a ellos y un porcentaje muy reducido participó en alguno.
Esto pone a estos creadores en una posición vulnerable, ya que pueden verse expuestos a riesgos legales y no poder defender sus derechos cuando son víctimas de contenido restringido en línea. Por ejemplo, un tercio de ellos ha sido objeto de discurso de odio, pero solo un porcentaje menor ha denunciado el caso a la plataforma.
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, ha afirmado que los noticias de estos creadores llegan a millones de personas y que ellos piden más formación para lidiar con la desinformación y el discurso de odio en línea. Por ello, la Unesco les apoyará con el primer curso de formación mundial que se iniciará pronto.
Además, se ha visto que la cooperación entre los medios de comunicación tradicionales y los creadores de contenido digital es escasa. Los medios tradicionales solo son la tercera fuente de información para los creadores, después de su propia experiencia y investigaciones.
En la encuesta, se ha expresado un gran interés por aprender a expresar información verificada, y ya se han inscrito 9000 participantes de 160 países en el curso que ha iniciado la Unesco en estrecha colaboración con expertos en alfabetización mediática e informativa y con influencers líderes del mundo.